Una Diócesis católica en el corazón de Latinoamérica. Avanzamos con la renovación auténtica querida por el Concilio Vaticano II y los Papas formando sacerdotes según el Corazón de Cristo para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa y la predicación de la Palabra.

miércoles, 22 de agosto de 2012

No todo feminismo destruye a la familia

El blanco principal de los ataques más severos de las “feministas de género” es la familia. Porque, según ellas, la familia no sólo esclaviza a la mujer, sino porque condiciona socialmente a los hijos para que acepten la familia, el matrimonio y la maternidad como algo natural.

En la medida en que la familia y la maternidad se oponen a la autorrealización de la mujer ésta debe ser liberada y, para ello, debe abolir su especificidad femenina e imponer una noción de ser humano indistinto y uniforme, donde la diferencia biológica resulta superada por la autoconstrucción cultural y social. Ciertamente este feminismo destruirá no sólo la familia sino también atenta contra la misma esencia de la femineidad de la mujer.

Pero, ¿Hay un feminismo que no destruye a la familia?

Es muy difundida la expresión: “el feminismo destruye la familia”, pero ¿cuál es el feminismo que destruye?

No conviene la generalización y mucho menos cuando hablamos de un tema tan delicado como es éste.

Existen mujeres que procuran tener un santo matrimonio y para esto se esfuerzan para cumplir los mandamientos de Dios, los preceptos de la Iglesia y llevan una vida honrada en el seno familiar, constituyéndose en madre ejemplar para sus hijos y joya preciosa para el esposo, a quien las doncellas llaman “bienaventurada” (Cf. Cantar de los Cantares 6,9).


Muchas mujeres son señaladas como feministas, porque luchan para que sus hijas tengan acceso al estudio, a un trabajo digno donde no se las explote y puedan tener también esa independencia económica que favorezca un mayor bienestar personal y social. Sin lugar a dudas, este tipo de feminismo no destruye a la familia, es más, tiene que ser fomentada.

El auténtico feminismo busca que cada uno pueda tener la posibilidad de ser feliz y de hacer feliz a los demás, por diferentes caminos; considerándose acá el estado o la profesión. Para una verdadera y auténtica promoción de la mujer es necesaria una reflexión cristiana sobre la misma, una suerte de “feminismo cristiano”.











viernes, 17 de agosto de 2012

Feminismo de género: una ideología totalitaria

Feministas de género y feministas de equidad

En la actualidad, aparte de todos los problemas que nos acucian, nos encontramos en presencia de un tema que invade con mucha fuerza nuestra sociedad: la propuesta de la Ideología de Género promovida por un grupo que trata de confundirse bajo una sola denominación: el feminismo.

La escritora Christina Hoff Sommers en su libro “Who Stole Feminism” (“¿Quién se robó el Feminismo?”), acuñó el término “feministas de género” para distinguir el feminismo de ideología radical surgido hacia fines de los años 60, del anterior movimiento feminista de equidad.

Pero, no podemos dejar de constatar que existen diferencias entre el feminismo de ideología radical surgido hacia fines de los años 60 y el anterior movimiento feminista de equidad.